- Un producto muy codiciado – La oferta sigue siendo muy escasa
- La capital española está de moda. Su mercado inmobiliario de lujo sigue al alza e impulsa el desarrollo de promociones en los barrios más exclusivos
Beatriz Amigot. Madrid
La historia de la ciudad reflejada en su arquitectura señorial, la gran oferta cultural y la alta cocina, que suma hasta 28 restaurantes con estrella Michelin, son sólo algunos de los atractivos que explican el dinamismo de Madrid y el boom inmobiliario que está protagonizando. “Madrid está en estos momentos a la altura de cualquier otra ciudad capital de Europa, y de casi cualquier ciudad pionera del mundo. Los compradores invierten aquí en estilo de vida, ya no sólo en propiedades”, asegura Ana White, directora de Premium Properties de Knight Frank.
El precio de la vivienda prime en la capital española aumentó un 6,5% en 2023, según el último informe de Knight Frank. De hecho, se convirtió el ejercicio pasado en la ciudad europea donde más se encarecieron este tipo inmuebles, por delante de capitales como París, Londres o Fráncfort. Además, para este 2024, la consultora prevé que los precios suban otro 5%. Esta tendencia alcista comenzó tras la pandemia y los expertos esperan que se mantenga por la fuerte demanda con alto poder adquisitivo que hay en Madrid. Al comprador nacional, en muchos casos proveniente de otras provincias o expatriado en otro país, se une el inversor internacional. Los mexicanos son los más activos, pero también aumenta el interés de otros perfiles. “Aparecen ahora compradores americanos o europeos, que aunque aún son minoría frente al latinoamericano, su poder adquisitivo es muy alto y dan preferencia a la obra nueva de calidad y en una ubicación prémium”, explica Luis Valdés, director de Residential Sales Advisory de Colliers. Los pronósticos de Knight Frank apuntan que el número de personas con un patrimonio neto de 1 millón de dólares o más aumentará un 30% hasta 2027 y que el de aquellos cuya fortuna supera los 30 millones de dólares se incrementará un 10% en ese mismo periodo.
- Las previsiones apuntan que el precio de la vivienda ‘prime’ subirá un 5% este año
- Los promotores buscan oportunidades en nuevas zonas fuera del barrio Salamanca
Esta pujante demanda está elevando los niveles de exigencia en cuanto a calidades, detalle de los acabados, vistas, altura de las viviendas y amenities. Para poder satisfacer estos estándares, se están impulsando nuevos proyectos en el barrio Salamanca (epicentro del lujo en la capital), pero también en otros como Chamberí, Centro y El Viso (en Chamartín). En este sentido, Paloma Pérez Bravo, consejera delegada de Sotheby’s España, subraya que “la expansión hacia áreas periféricas de las zonas prémium tradicionales, así como en la revitalización de edificios existentes para convertirlos en viviendas de alto standing. El caso de Chamberí y Chamartín es un ejemplo destacado de esta dinámica. Estos barrios, que históricamente han sido reconocidos por su ubicación privilegiada en Madrid pero no identificados tanto como destinos de lujo, están experimentando una transformación significativa”. Aun así, Valdés destaca que “la oferta de obra nueva en el corazón de Madrid sigue siendo muy escasa y el desarrollo de nuevos proyectos para los próximos meses es limitado debido a la falta de suelos disponibles y de inmuebles de calidad para rehabilitar y desarrollar un proyecto residencial que reúna las condiciones del nuevo tipo de comprador, cada vez más exigente y que está dispuesto a pagar precios récord si el producto lo merece”.
En este contexto, con una sólida demanda y pocas viviendas a la venta, las previsiones apuntan que los precios de la obra nueva en la capital van a seguir al alza. Además, a esto se suma el aumento de los costes de construcción –por la subida del precio de materiales como el acero, el hormigón y la madera desde 2022– y el incremento de los tipos de interés que ha afectado al crédito de los promotores y, en consecuencia, ha encarecido los proyectos. De cualquier forma, para Pérez Bravo, es importante tener en cuenta que “sigue siendo muy difícil valorar las propiedades de lujo por la falta de comparables directos y el precio final al que se cierren las operaciones va a estar muy influenciado por las expectativas y la demanda del mercado, por lo que vendedores y promotores pueden verse obligados a ser más flexibles”.