El lujo sostenible despega y ya crece el doble que el tradicional
Beatriz Treceño. Madrid
La industria del lujo ha conseguido vencer el tópico de que la sostenibilidad es una elección minoritaria para un tipo de consumidor únicamente preocupado por el medio ambiente sin tener en cuenta las tendencias. Los productos sostenibles en este sector ya crecen el doble que los tradicionales, además de estar valorados hasta un 30% más, de acuerdo con el informe de Círculo Fortuny La Sostenibilidad como Oportunidad de Generación de Impacto en el Sector Alta Gama, con el análisis de McKinsey & Company.
Generar valor
Esto se explica porque esta industria ya ha conseguido que la sostenibilidad genere valor en áreas como la moda, los accesorios y joyería, los productos gastronómicos o el mobiliario y el diseño de interiores.
“Las empresas empezaron haciendo mitigación de riesgos, cumpliendo la regulación en Europa y las exigencias crecientes del consumidor, pero ya se está empezando a utilizar la sostenibilidad como motor de crecimiento y de creación de valor”, explica Ignacio Marcos, socio sénior y colíder de Sostenibilidad en Consumo, Moda y Lujo en McKinsey & Company .
El sector del lujo está ejerciendo en cierto modo de impulsor de la sostenibilidad por varias razones. En primer lugar, porque cuenta con la ventaja de tener productos de alto valor añadido y un margen mayor, por lo que puede optar por diseños más sostenibles, habitualmente más costosos. “El lujo tiene que ser tractor, no sólo en hacerlo bien sino en innovar para luego poder amplificarlo a toda la cadena de valor donde el lujo es punta de lanza en sectores como moda, vivienda, alimentario o automoción. La industria hace que luego se extrapole a otras marcas”.
Consumidor interesado
Pero para llegar a este punto, la figura del consumidor de lujo y su creciente interés por este tipo de productos también ha sido fundamental. “Hay un consumidor de lujo que lo demanda como su forma de vida”, detalla Marcos. Visitar un viñedo y experimentar cómo se trabaja una viña o la restauración de una joya de tradición familiar son dos ejemplos claros. “La restauración de joyas es un claro ejemplo de economía circular porque el mismo artículo pasa de una generación a otra”.
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